Jornada de reflexión
Soy optimista, sí; me lo dicen a menudo. Y tanta gente casi nunca se equivoca. Casi nunca. Pero no consigo esperar mucho de las elecciones de mañana domingo; tal y como nos dice El Roto, creo que es difícil elegir con quién equivocarnos . Como veis soy cumplidor en lo tocante a reflexionar en estas vísperas; y por una vez lo haré por escrito. Para quienes nos dedicamos a la docencia no abundan los motivos para esperar un tiempo nuevo. Descontamos la resignación acostumbrada con cada cambio de gobierno en lo que a Educación se refiere: en el mejor de los casos se cierne sobre nosotros una reforma incierta que podría ser bienintencionada; en el peor seguiremos como estamos, con centros de decisión política que dan la espalda sin pudor a lo que en otros países es una prioridad social consensuada décadas atrás. Muchos seguimos echando de menos a Ángel Gabilondo, un intelectual metido a político, autor del intento más serio y honesto que se recuerda para alcanzar un acuerdo